08 diciembre 2011

Desastres.

Mi cabeza es un desastre, la inspiración me pegó como un tiro suicida en la cabeza, tengo demasiado, que expresar, y que sentir. Además estoy abusando de los signo de puntuación. La música suena y me inspira más, en 15 minutos pasé del trance total, tirado en la alfombra observando el techo, a una situación de desesperación depresiva, para estar ahora en una etapa de exitación activa. 
Una canción de Florence + The Machine, del album "Ceremonials" concretamente, dice: "Una revelación en la luz del día: No puedes escoger lo que se queda y lo que se esfuma". Es la vida, las cosas se te esfuman en el segundo en que pensás que son sólidas. Lo dijo Bauman, sólo que yo cambio de estado de la materia. Las cosas que en su momento parecen sólidas, se transforman en gas y se escurren de tus manos, por el aire, siguen ahí, pero ya no podés retenerlas.
Hoy es una de esas noches en las que todo parece gas y sentís que perdiste el control de la vida. Porque eso es la vida a veces, la busca del control en el descontrol, del orden en el desorden, del equilibrio en el caos y de la ruptura en la monotonía. Yo escogí una vida libre, pero la libertad tiene un precio asquerosamente alto, y es que las responsabilidades te pegan cada tres días una puñalada por la espalda. Las odio, odio las reglas de vivir como otros quieren que viva. Ahora estoy delirando y perdí el punto de lo que intento describir.
Podría decirse que es una sensación, la sensación de que el mecanismo que era mi vida (mejor dicho, que ES, porque sí, sigo vivo) dejó de funcionar de la forma en la que uno espera que funcione, lo sé desde hace meses, pero no me importaba mucho, hasta ahora, cuando me doy cuenta de que estoy pagando mis errores con culpa. Pero esto no es un diario intimo. Si seguís leyendo esto es porque realmente estás al pedo. Volviendo al mecanísmo. No funciona, una pieza falta, era una pieza traviesa, porque por un par de meses actuaba como las otras piesas, aparentando que trabajaba, pero realmente giraba sin ayudar a las otras piezas. ¿Metáfora complicada verdad? Me siento deliciosamente vacío, como si estar vacío fuese lo correcto. Como si el mecanismo roto fuese exactamente lo que mi vida necesita. Y ahora no sé que imágen adjuntar, así que va a ser la primera que encuentre en el escritorio. Au Revoir.

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