01 junio 2013

Entre tus brazos y las sábanas.

Aún sigo pensando que la mejor inversión que hiciste fue invitarme esa cerveza aquella noche. Y pedirme que me quedará a dormir contigo, y que si decía que no o decía que si, habría cometido de igual modo, una locura.

 No tenía salida. No me arrepiento.
No fue un: Entre la espada y la pared, fue: Entre tus brazos y las sábanas. 

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